En el primero, Storyteller, es un pequeño cuentecito en el que puedes variar la posición de los muñequitos de las dos primeras viñetas para determinar lo que sucede en la tercera...
Me gusta, me gusta la simplicidad de las imágenes con el pixel como protagonista para que no olvidemos que se trata de un videojuego, y la forma de uso, no sé porque, pero me recuerda a esas postales que cambian según la inclinación con que la miras.
En el segundo, I wish I were the Moon, se plantea una premisa y una imagen, el ratón se combiarte en una máquina de fotos que altera la realidad... tengo que profundizar bastante para poder escribir bien sobre el tema, pero da mucho juego! Y el reto está en conseguir todos los finales diferentes posibles.
Y lo mismo que el anterior, me sigue gustando, por los mismos motivos, dos jueguecitos con mucha personalidad, y tiene unos cuantos más igual de curiosos.
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